Haz Grandes Negocios escuchando: Miscelanea Mexiquense

El tema de hoy es: ¡Los Grandes Negocios No siempre requieren gran inversión!

Estimados radioescuchas, les platicaré de los diferentes negocios que he emprendido y con los cuales tuve éxito… en todos.

Uno de mis primeros negocios fue cuando me prestaron un puesto semi-fijo en el área de Tepito, en la calle de Matamoros entre Jesús Carranza y Peralvillo.

Se me ocurrió comprar 5 Kg de Zanahoria y 1 Kg de limón, y utilizando un moulimex, unos vasos, tenedores y chile piquín, comencé a vender, sobre una tabla a manera de mesa, lo que llamé “ralladas”.

Vendí los cinco kilos en menos de 1 hora, así que fui por 10 Kilos y 2 de limones más y ¿qué creen?, que los vendí en menos de 1 hora.

¿Por qué tuve éxito? Porque se me ocurrió poner en una bandeja los limones cortados con unos exprimidores y el chile piquín, y la gente decidía la cantidad de chile y limón que querían ponerle a sus “ralladas”.

Una semana después compré 100 kilos de zanahoria y se terminaron en menos de 3 horas, así que a los 7 días compré rábanos, pepinos, jícamas y un nuevo moulimex.

Posteriormente compré fruta, 1 licuadora y 1 esquimero, y 2 semanas más tarde una distribuidora me llevaba 16 cilindros de helado para los cocteles.

A los 3 meses debía comprar, solamente para el sábado y domingo, tonelada y media de mercancía.
Tuve 8 empleados, algunos limpiaban 10 canastos de fresas, otros rallaban las zanahorias y el rábano, unos pelaban y cortaban la fruta. Disponía de entregas a domicilio; utilizaba 5 moulimex, 2 licuadoras y 3 esquimeros. Y todo, porque un día se me ocurrió comprar 5 kilos de zanahoria y 1 kilo de limón.
En otra ocasión decidí vender tacos de guisado, fue un muy buen negocio; el detalle es que debes tener mucho cuidado con lo que se prepara porque si no tienes la experiencia necesaria, se echan a perder los guisados y ya no puedes venderlos.
Con ello, tuve una gran experiencia con los refrescos, pues al venderlos mientras tenía el negocio de “Tacos de Guisado El Cachuchas”, me di cuenta que los refrescos son un negocio aparte que mínimo deja una ganancia del 100%.

Así que decidí vender refrescos solamente y en época de calor es fantástico ofrecerloslos fríos. Pero no solamente enfriándolos como acostumbran: poniéndoles el hielo picado encima, pues aprendí que el hielo no enfría los refrescos, sino que el hielo enfría el agua y el agua fría enfría los refrescos.

Le pedí a mi padre, Don Eduardo Velázquez García, a quien le mando un abrazo, que en su negocio de tanques metálicos me hiciera dos recipientes cúbicos de metal, los cuales pinté por fuera de color naranja y por dentro de color blanco, con pintura resistente al agua. Éstos eran de tal medida que en el centro de cada tanque rectangular cupiera la mitad de una barra de hielo. Entonces ponía refrescos alrededor del hielo desde el piso hasta el metro de altura que tenían, y llenaba de agua dichos recipientes; lo cual hacía que después de media hora de haber puesto el hielo, los refrescos y el agua estuvieran muy fríos durante todo el día.

Me promocionaba mediante una grabadora, pues por las noches grababa mi voz ofreciendo los refrescos fríos, teniendo un fondo musical apropiado para este fin, así hacía que hasta la gente distraída volteara a ver que yo vendía refrescos bien fríos.

De esa manera llegué a vender 50 cajas de refrescos en un fin de semana, y prácticamente sin invertir, porque al final del día sólo tenía que hacer cuentas con la tienda o el camión repartidor de refrescos y tenía una ganancia de casi 100%.

En otra ocasión mi hermana Ma. Guadalupe Velázquez Díaz, quien trabajaba en una empresa de plásticos, adquirió un lote de recipientes de plástico rectangulares y ovalados, rígidos y sin tapa, que eran resistentes y creados para meter alimentos tanto en el refrigerador como en el horno de microondas. Si no los vendía los tendría que moler.

Tratamos de ofertarlos en el puesto de en ese entonces mi esposa, pero sólo vendíamos uno que otro, o sea que no funcionaba la operación. Pensé que en lugar de recipientes para alimentos, los ofrecería en las florerías para que los utilizaran como bases de arreglos florales.

Resultó un éxito rotundo, pues nos compraban por cientos, a tal grado que cuando se acabaron y nos seguían pidiendo, buscamos quién nos los pudiera hacer pero resultaba muy caro.

Bueno, tengo muchas otras anécdotas que les contaré en el siguiente programa.

Para que tengan éxito en su negocio y les sea redituable, no es necesario hacer una gran inversión, la clave está en poner en práctica infinidad de ideas que puedan darles satisfacciones y cubrir sus necesidades económicas. Ello, los hará crecer a ustedes y a los que están a su alrededor.


Los espero la próxima semana.

Llámennos al 3547 4600 y si ya terminó el programa, a su servidor al 5588 7813 o escríbanme a fernandovelazquez@miscelaneamexiquense.com.mx
Soy el contador Fernando Velázquez, (Director de la empresa Fejav Asesores, SC). Los espero el próximo domingo 11 de Abril a las 7 de la noche en “Miscelánea Mexiquense” –La voz que te escucha– en mi sección “Tácticas en los Negocios” –Esos pequeños detalles que hacen la diferencia–.